Un pequeño cambio de tercio en este blog, aunque en el fondo hablamos del poder y la belleza de la palabra. La Jauría Teatro ofrece los días 5 y 6 de noviembre en la Sala Matilde Salvador una de las piezas más profundas y hermosas de Fernando Arrabal. El arquitecto y el emperador de Asiria es una pieza de 1966. Pertenece al llamado Teatro Pánico, fundado por Topor, Jodorowsky y el mismo Arrabal. Una obra profunda, salvaje, una ceremonia pánica de excesos visualmente deslumbrantes, llena de metáforas intensas. Un viaje alucinógeno a la condición humana. No es habitual poder contemplar obras de Fernando Arrabal en España, sin embargo es uno de los autores teatrales más importantes de Europa, y una celebridad en Francia. La entrada es gratuita. Se puede recoger en la Conserjería de la Nave, C/ Universidad nº 2, dos horas antes de que comience el espectáculo a las 20.00 H. No os perdáis la maravillosa puesta en escena y la magnífica actuación de los actores.
INTRO
Un avión se estrella en una isla perdida. Una isla como metáfora de planeta, donde vive un único habitante en estado semisalvaje, puro. Tras el accidente, se encuentra con el único superviviente de la catástrofe: el hombre civilizado, que se autoproclama Emperador. Entre ambos nos representarán el proceso de civilización en un paraiso perdido para dementes. El Emperador somete al salvaje y lo utiliza para exocizar los demonios que le carcomen por un pasado oscuro.Le introduce en una espiral de juegos de psicodrama delirantes, donde se le desata una megalomanía sin límites que les lleva a reproducir los peores vicios de las relaciones de poder. Un ritual de castigo, muerte y necrofagia. Una metáfora del incesante ciclo vital y del drama del aislamiento humano, salpicada de humor negro y escatología. Donde se trataba de llevar toda la belleza de nuestra cultura, acaba en un delirio sadomasoquista de culpa, muerte y antropofagia. Una ceremonia pánico de Fernando Arrabal que, desde su prohibición por el Régimen Franquista, apenas ha llegado a verse en escenarios del Estado Español. Por primera vez una compañía de la ciudad de Valencia lapone en pie. La Máscara Teatro, La Jauría y Produccions La Tia Lola se unen para representar esta locura. Al salir de ver una representación de «El Arquitecto y el Emperador de Asiria» en el Téâtre Montparnasse de París en marzo de 1967, Ionesco sentenció:»A esto se le llama tener una visión dramática del mundo.» Bienvenidos a nuestra bajada a los infiernos. La carne está servida. Buen provecho.
¿Por qué Arrabal aún hoy?
Fernando Arrabal se ha hecho relativamente conocido en nuestro país por determinadas apariciones en la televisión, algunas de ellas poco afortunadas. Pero su aportación cultural artística va mucho más allá del personaje mediático. El movimiento Pánico, que fue concebido casi como una broma en un café de París, ha acabado siendo con la perspectiva del tiempo, el receptáculo de las múltiples explosiones vanguardistas del s.XX. Nuestro autor, dentro del Movimiento Pánico, cuyos otros dos miembros fundadores fueron Alejandro Jodorowsky y Roland Topor, es el más genuinamente escritor teatral. Es el autor teatral vivo más traducido y representado en la actualidad en todo el Mundo, pero en nuestro país sigue siendo ese famoso gran desconocido. Su obra nos da la oportunidad de realizar un teatro contemporáneo, amparados por un texto sólido y vigente, que actúe en nosotros como un revulsivo, y al mismo tiempo, como un verdadero bálsamo de profunda humanidad. Mediante la ceremonia pánica trata de acercarnos a una celebración de la vida en toda su intensidad, hablando de la inmensidad del mar desde piscinas artificiales. Nos propone, a través de un ceremonial con una poética muy particular, la experiencia de participar en la celebración pánica de la existencia.
ESPACIO DRAMÁTIC0
Los espacios en que realmente se mueve la obra son espacios interiores, y es de estos dos personajes de donde salen las fuerzas que sitúan el drama. El Emperador, personaje atormentado por el asesinato de su propia madre es la carta de presentación y símbolo de nuestra cultura; con cambios bruscos de pensamiento y acción. Capaz de la máxima ternura y del despotismo más cruel y frío. Como todo el teatro pánico, busca exorcizar mediante la catarsis escénica los demonios que habitan en los territorios de la culpa, tan presente en nuestra educación. Desde la primera fiesta pánica ya aparecen los incestos, crucifixiones y coprofagia; todo ello está incluido en este texto de Arrabal, que busca continuamente los límites a través de los mitos y arquetipos que impulsan y resumen nuestra aventura de ser humano.
ESPACIO ESCENOGRÁFICO
Para el diseño escenográfico partimos de las indicaciones del autor: “Una isla en medio del océano”
y, siguiendo la esencia absurda y no realista que nos plantea el autor, proponemos un espacio que
subraya y materializa la atmósfera de tensión que se respira en el texto.
La reflexión sobre la condición humana –la contraposición entre hombre primitivo y hombre civilizado-
así como la relación de violencia entre los dos personajes, nos lleva a pensar un espacio que busca
reflejar la crueldad, violencia y descarnada visión del mundo que nos ofrece Arrabal.
Así llegamos a un lugar metafórico donde el agua que rodea la isla se sustituye por un mar de botellas
rotas –nadie recibirá sus mensajes, nadie irá a rescatarlos- para acentuar el aislamiento de los personajes
y a su vez definir un espacio de opresión y violencia.
La Isla, más que un paraiso perdido, es tal vez la representación de la mente enferma del individuo;
llena de objetos y residuos que han ido llegando con la marea sin saber muy bien de dónde, y rodeados
por un mar de cristales que les hace imposible escapar.
FICHA ARTÍSTICA
Título original «El Arquitecto y el Emperador de Asiria» de Fernando Arrabal Compañía La Jauría Teatro Intérpretes Mario Cerro José Luís Serrano Dirección Jacobo Julio Roger Espacio Escénico Martina Botella Diseño de Iluminación Luminicus Composición Musical Original Oscar Jareño Diseño de cartel y montaje Vídeo Juan Miguel Pérez Máscaras José Luís Serrano Diseño Gráfico y Figurines Bárbara Sebastián Técnico Luz y Sonido Vicente Romero Instalación Audiovisual Francisco Martínez Plantillas y asesoría «Street Art» Sr. Marmota Una producción de Produccions la Tía Lola S.L.U.
COLABORACIONES
Asociación de Imagen Experimental, Rest. Dukula, Bar Bremen, Alfonso de la Bodega Alegret, Carme Teatre, Tornaveu, Teatre La Unió de Sant Cugat, La Impremta Imaginària, Vicente Cervera de Acierta, todas las mujeres de Lavesco Economistas, Paula, Sor Mª Teresa, Sabina, Lourdes, Javi, Juanma, Carmen, todos los que han aguantado en el proceso de creación.
Ariño esto sí que es darle un golpe de mano al blog.
Qué interesante puesta en escena por lo transgresora que parece.
Tal vez demasiado para mi frágil cuerpo de sirena, veo mucho gore por aquí en las imágenes que nos traes, aún así seguro que es de visión recomendada para estómagos sin úlceras….
Un abrazo,
Estel J.
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A mí me encantaría ir a verla, pero me pilla un poquito lejos 😦
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Pronto nos vemos, my sister!!!!!!
Te pillaba un poquito lejos, es verdad, pero fue una vez más increíble. Una ceremonia extraordinaria, feliz, salvaje y divertida. Los actores extraordinarios, con una fuerza arrebatadora. Llenaron la sala dos días consecutivos, incluso tuvieron que habilitar una fila de sillas nuevas. De nuevo un par de personas se salieron a mitad de la obra, cuando el ritual pánico comenzaba a provocar sus primeros excesos. La puesta en escena otra vez maravillosa. El espacio de la Isla recreado a la perfección y unos cuantos efectos visuales que provocaron aplausos. Es posible que la veas pronto en Madrid, porque tiene en marcha algunos contratos. Ríete tu de algunas producciones posmodernas, esto es teatro puro, teatro de las entrañas y el alma, escrito desde lo profundo e interpretado con una pasión y un descaro que produce alegría. Salimos del teatro con una sonrisa en los labios y el ímpetu juguetón.
Un besote, beibi… hasta mañana
Estel
Puede ser una obra algo virulenta en ocasiones, pero en el contexto de la pieza se desarrolla extraordinariamente bien. De verdad que vale la pena por muchas razones, por las que he comentado más arriba, y porque maneja elementos de la poesía y el subconsciente muy profundos. El gore llega al final, pero es una explosión de los sentidos necesaria, como un vuelco en el texto, como La Fura del Baus sin tanto concepto estético, y sostenido por un texto milagroso para su época. Arrabal no envejece. Posee el discurso de la eterna rebelión profunda del hombre. Es muy grande, y La Jauría teatro ha sabido devolverle la vida escrita en papel al escenario.
Estoy bautizado en ellos. Ayer viví una catarsis inteligente
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Cuánto que me alegro Ariño, por ese estado catártico que te dejó la obra, la verdad es que seguramente al final no será para tanto, estoy segura, aunque puedo intuir que habrá momento que se claven como agujas en un budú, dejarán las señales para toda la vida.
Un abrazo catártico,
Estel J.
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