«Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no
aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era
una mesa, o que la palabra «madre» era la palabra «madre» y ahí se acaba todo.
Al contrario, en el objetomesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario
misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba.»
A Julio Cortázar lo veo reflejado en muchos de sus cuentos. Lo miro y lo remiro en las fotografías o en los vídeos y creo estar ante un extraterrestre, o quizá ante un ser sobrenatural, demasiado exagerado y rotundo como para ser simplemente un hombre común. No lo fue desde luego. Sin duda alguna, a pesar de Borges, fue el mejor escritor de cuentos en lengua española del siglo XX. Inteligente, lúcido, tremendamente irónico y gran conversador, eligió la literatura fantástica como asunto de sus relatos. Nos dejó Rayuela, una de las grandes novelas del siglo pasado, y se empeñó en demostrarnos que esto de la literatura era un juego extremadamente divertido. Se divirtió con sus cronopios, nos dios instrucciones para lo absurdo con tal convencimiento y talento que terminamos por creerlo. Aunque murió en 1984, los fanáticos de Julio Cortázar aseguran que de tanto en tanto se pasea por los puentes de Paris y le guiña un ojo a los turistas. También se deja ver por Saint Germain de Pres y fuma sus cigarrillos negros en locales donde está prohibido hacerlo, como si las leyes posteriores a su muerte ya no le incumbieran. De tanto perseguir a Charlie Parker ha terminado por montar un club de jazz en el cielo. A veces se aburre y sigue escribiendo historias sobrenaturales.
Instrucciones para dar cuerda al reloj
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos
dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles
despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de
sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume
del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo
anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va
corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo
está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
(Julio Cortázar. Manual de Instrucciones)
BIBLIOGRAFÍA
# La otra orilla (1945):
* De la simetría interplanetaria
# Los Reyes (1949) # Bestiario (1951) # Final de Juego (1956)
* Continuidad de los parques * No se culpe a nadie
# Las Armas Secretas (1959) # Los Premios (1960) # Historias de Cronopios y de Famas (1962)
* Manual de Instrucciones o Instrucciones para subir una escalera o Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj * Ocupaciones Raras o Conducta en los velorios * Material Plástico o Progreso y retroceso o Historia verídica * Historias de Cronopios y de Famas o Viajes o Conservación de los recuerdos o Relojes o El almuerzo o Pañuelos o Comercio o El canto de los cronopios o Historia o La foto salió movida o Inconvenientes en los servicios públicos
# Rayuela (1963) # Todos los fuegos el fuego (1966) # La vuelta al día en ochenta mundos (1967) # 62.Modelo para armar (1968) # Último round (1969) # Libro de Manuel (1973) # Octaedro (1974) # Alguien anda por ahí (1977) # Territorios (1978) # Un tal Lucas (1979)
* Cómo se pasa al lado * Lucas, sus pudores
# Quremos tanto a Glenda (1980) # Deshoras (1982) # Nicaragua tan violentamente dulce (1983) # Los autonautas de la cosmopista (1983, escrito con Carol Dunlop) # Divertimento (1986) # El Examen (1986) # Diario de Andrés Fava (1995) # Adiós Robinson (1995)
Páginas webs tan lúdicas como Cortázar hubiese querido