Estos dos fragmentos forman parte de dos poemas largos de Joseph Brodsky, pero sin saber porqué, son estos versos los que no he podido olvidar. Quizá me recuerden al paso del tiempo, a los sueños que, como la tierra que él anheló exiliado, se fueron disipando con la vida. Pero no me hacen infeliz, al contrario, al releerlos suelo pensar que nada está perdido, que aún tengo ganas de no recordar enteros los nombres de esos otros tiranos. Fluye la vida en sus palabras, a pesar de la barrera de la traducción. Quizá me recuerden algo, espero poder adivinarlo.
PARTE DE LA ORACION
(Último fragmento) No es que me esté volviendo loco, es el verano que me agota. Buscas en el cajón una camisa, y el día entero echado por la borda. Qué llegue cuanto antes el invierno y cubra todo con su manto: ciudades, hombres, pero primero el verde de las hojas. Me echaré a dormir sin desnudarme, o leeré si quiero un libro ajeno, y entretanto los retales del año, como un perro que ha huido de su ciego, atraviesan la calle por el paso indicado. La libertad es no recordar entero el nombe del tirano, y que sea la saliva más dulce que el almíbar. y, aunque estrujen tu cerebro cual cuerno de carnero, No mane nada ya del ojo azul.
Joseph Brodsky. Fragmento de Parte de la oración.
QUINTETO
(4 de junio de 1977)
(Último fragmento)
Y ya no estoy allí. Tal pérdida quizás del Hermitage asombre a algún jarrón no más. Mi ausencia en el paisaje no ensanchará el vacío;
un hueco tal vez deje, mas dudo que profundo. Lo cubrirá el liquien o en su crecer el musgo, sin alterar del tono la armonía y demás.
Y ya no estoy allí. Es raro hasta pensarlo. Sería más curioso pacer en el rebaño, temblar, pero irritar, en su ocaso, al tirano
como cualquier payaso. ¡En fin! Su ley a cada cosa: odié besar iconos, las caras obsequiosas, y, en algún viejo puente, el rostro de Gorgona
allí se me antojaba la cara más cabal. Si hoy me enfrento, en cambio, con su versión primera, casi me ahoga el grito
y no me petrifico. La Musa me susurra. Y en las entrañas noto como la Parca teje: arriba aún toleran mi pobre respirar,
y, sin trabar, la lengua, golosa de sonidos, da gracias al destino escribiendo en cirílico. Para eso es el destino; para entenderlo todo. Tengo ante mí el espacio en un estado puro. No caben ya fontanas, pirámides, columnas. En él, por lo que veo, sin guía puedo ir.
Tú cruje, pluma mía, mi zarpa, mi cayado, no apremies estas líneas: varada en los despojos no va la época en ruedas a atraparnos descalzos.
Nada he de decir al griego ni al varengo. Ignoro de antemano dónde hallaré reposo. ¡Cruje, mi pluma, cruje!, y consume el papel.
Joseph Brodsky. Fragmento de Quinteto
Joseph Bordsky
Joseph Brodsky nació en Rusia, en 1940. Emigró a los Estados Unidos en el 72, perseguido por el régimen comunista, que no toleraba sus burlas, su manera de entender la vida y la poesía. Pero su exilio no fue un juego, aunque a veces su alegría, esa extraña vitalidad que puede uno atisbar en las fotografías o en sus poemas, hagan que lo parezca. No fue así. Pasó 18 meses en un campo de concentración soviético, acusado de parasitismo social. A su salida, comprendió que aquello que vivía ya no era vida, y no estaba dispuesto a morir, a existir sin aire en la fealdad taciturna de aquella sociedad que agachaba la cabeza y se dormía mugrienta día tras día, ahogada por la guerra fría y la propaganda comunista. Huyó. Recorrió algunos lugares de Europa, pero no debieron gustarle demasiado. Terminó por hacerse ciudadano norteaméricano, e incluso adquirió esa nacionalidad, supongo que sin convencimiento. Contempló con espanto hacía donde iba ese país que le acogió, pero lo resistió, sabía que no era tan terrible como los campos de concentración soviéticos, como el silencio que se instalaba en el alma de todo cuanto amaba, como aquella mirada aterida a un paisaje industrial ruinoso y oscuro como un abismo. Fue profesor de literatura en el Mount Hollyoke College y se instaló en Nueva York. Su fama fue creciendo, su poesía era cada vez más transparente y sosegada, más profunda. Dicen de él que fue fumador apasionado, y que, como buen ruso, no se le daba nada mal beber. Entonces le concedieron el premio Nobel de literatura en 1987 y se convirtió en un poeta célebre. A veces me recuerda a Vladimir Nabokov sin saber porqué. Murió en 1996.
Libros traducido al español de Joseph Brodsky:
Poemas de navidad. 2001
El dolor y la razón 1995
A Urania. 1992
Marca de agua. 1992
Historia del siglo XX. 1986
Menos que uno. 1986
Partes de la oración. 1980
Poemas selectos.1973
No vendrá el diluvio tras nosotros (Antología Poética). 1960-1996
me alegro que te guste. la verdad es que es un poeta único y todo un personaje. Es una lástima que no pueda leerlo en su idioma, porque en poesía, la traducción rara vez iguala al original, aunque Galaxia Gutemberg edito un buen libro que, pienso mantiene el espíritu general de Brodsky con dignidad.
Un saludo.
ESTA MERA FRASE DE jOSEPH, HACE QUE SU NOMBRE SEA ETERNO: «Peor que la censura, incluso peor que la quema de libros, es la negligencia hacía la literatura, el no leer literatura.»
Pidiendo disculpas por la tardanza, tras un viaje sin internet, que siempre cunde y libera, Joseph es eterno, y a estas alturas, aunque nos llamen fanáticos, estoy de acuerdo: el crimen es no leer libros en un mundo como el nuestro.
Acabo de conocerle y ya deseo profundizar en él. Sus palabras, agrupadas en poemas, son su reclamo.
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me alegro que te guste. la verdad es que es un poeta único y todo un personaje. Es una lástima que no pueda leerlo en su idioma, porque en poesía, la traducción rara vez iguala al original, aunque Galaxia Gutemberg edito un buen libro que, pienso mantiene el espíritu general de Brodsky con dignidad.
Un saludo.
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ESTA MERA FRASE DE jOSEPH, HACE QUE SU NOMBRE SEA ETERNO: «Peor que la censura, incluso peor que la quema de libros, es la negligencia hacía la literatura, el no leer literatura.»
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Juan,
Pidiendo disculpas por la tardanza, tras un viaje sin internet, que siempre cunde y libera, Joseph es eterno, y a estas alturas, aunque nos llamen fanáticos, estoy de acuerdo: el crimen es no leer libros en un mundo como el nuestro.
Muchas gracias por el comentario.
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