Descubrir la fragilidad supone rehacer las premisas que utilizamos para enarbolar la vida como arma, como boleto de loteria o simple investigación humana.
Reconocer esa fragilidad esconde un aura santificada en todo cuanto hacemos, al percibir la finitud y la insignificancia, la espesa maraña que se enquista.
Descubrir la fragilidad posee la iluminación de los santos y el éxtasis. La ausencia de fuerza como reflejo, la aurora futura como elemento del próximo renacer.
Volver a pensarse consiste en dudar de la fuerza y el rumor, sentir la carne frágil que palpita, la existencia mutilada, la sensacion de que no dejamos de ser otra cosa que nada.
gracias por tus versos, creo que me hacen entender muchas de las cosas que me rodean.
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si mis poemas te han servido de algo, colmas de un plumazo todo lo que me cuesta encontrar sentidos…
un abrazote
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