Un poema de Bolaño sobre las razones irracionales por las que uno termina por convertirse inevitablemente en escritor

Ayer me di cuenta de que llevo la mayor parte de mi vida entre libros, que la literatura fue una especie de apuesta con la existencia, una elección a priori -o eso es lo que pienso demasiado a menudo- antes de conocer siquiera el mundo. No podría concebir todos estos años transcurridos sin ese puñado de escritores que adoro, ni siquiera sabría lo que hacer si esas madrugadas en las que me levanto con el cielo todavía anochecido no estuvieran saturadas y alimentadas de literatura, espacios y suspiros que mi vida cotidiana me permite para seguir cultivando un universo de palabras. No sé cómo hablaría o como contemplaría el mundo sin las palabras de la poesía o la literatura de mis sueños, cómo aprovecharía la existencia sin el eco incesante de esta vieja tradición humana. Quizá por eso algunos de los muchos correos recibidos a raíz del anterior texto y algunos de los comentarios me sugieren la necesidad de afirmar que a pesar de la veracidad de muchas de las ideas del famoso escritor, no comparto sin embargo todos sus puntos de vista -aunque sí la esencia de su discurso- y creo que algunos lectores tomaron su confesión como cinismo siendo a mi juicio, por el contrario, un grito de tristeza y esperanza entremezclado con la amargura de atisbar un final próximo. Lo neguemos o no, estamos en cierto proceso de extinción, aguardando el milagro de que por alguna bendición Félix Rodriguez de la Fuente aparezca de repente resucitado y nos ayude a reproducirnos de nuevo en otro ecosistema menos hostil.

Aún así, el mundo está lleno de locos hermosos como afirmó Baudelaire, que llenan el aire de bellas extravagancias y de destinos imposibles, y nos otorgan al menos el alivio de pensar que hay otra forma de vivir y pensar.  Un correo de hace unos días me hizo arrpentirme de ciertas ilusiones que yo mismo construí a través de las palabras de los otros, y tal vez por eso me pareció tan valioso el  texto de nuestro escritor. Una cosa muy distinta es hablar de literatura y otra de su repercusión o sus posibilidades sociales o prácticas. Un joven me avisaba de su desesperado combate por escribir, de ese deseo incontrolable de no hacer otra cosa, con la consiguiente oposición y desprecio por parte de todos aquellos que conformaban su vida. En su soledad de escritor y lector, me pedía ayuda como si yo tuviera alguna varita mágica. Pensé en un poema que Bolaño dejó inédito en vida y que encabeza ese volumen póstumo titulado La Universidad Desconocida. Bolaño siempre me pareció como narrador muy superior a su condición de poeta, sin embargo recuerdo con nitidez estos versos porque estaban llenos de esa furia que en el fondo nos empuja a seguir escribiendo para nadie o para nada. Una vez me sirvieron, hace mucho, y espero que al muchacho le ocurra lo mismo. Le pediría de corazón que siguiera adelante por todas las razones que alberga la vida en su seno y que por tanto se hallan contenidas en la literatura.

Roberto Bolaño escribió el poema cuando no era conocido, cuando  peleaba en silencio por construir esa obra que ahora admiramos. Entonces ni siquiera imaginaba su futuro destino de escritor. En verdad siempre estuve más cerca de esas palabras que de las del irónico autor del correo. Quizá basta con saber que ambas posturas hablan de ámbitos distintos de la literatura, pero seguramente Bolaño y el escritor anónimo podían haber sido amigos -sino lo fueron- o al menos se hubiesen entendido. Los dos se plantearon este oficio a su manera para alcanzar un lugar semejante, aunque sus destinos terminaran por ofrecer una visión de las letras diferente.

Un pequeño homenaje a todos los que escriben o intentan hacerlo, también a Roberto Bolaño y a los viejos sueños de nuestro escritor sincero.

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MI CARRERA LITERARIA


Rechazos de Anagrama, Grijalbo, Planeta, con toda seguridad

también de Alfaguara, Mondadori. Un no de Muchnik,

Seix Barral, Destino… Todas las editoriales… Todos los

lectores…

Todos los gerentes de ventas…

Bajo el puente, mientras llueve, una oportunidad de oro

para verme a mí mismo:

como una culebra en el Polo Norte, pero escribiendo.

escribiendo poesía en el país de los imbéciles.

escribiendo con mi hijo en las rodillas.

escribiendo hasta que cae la noche

con un estruendo de los mil demonios.

Los demonios que han de llevarme al infierno,

pero escribiendo.

(Roberto Bolaño. Octubre de 1990)

19 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Luzdeana dice:

    Reivindico tu postura. Leí con muchísima atención el posteo anterior, que por mi propia inclinación a esta actividad por naturaleza ineludible, me atrapó desde el título. Como mujer, madre, docente que no puede prescindir de su trabajo; como persona que tardíamente se atrevió a enfrentar su atracción innata por el mundo literario y la aventura de pretender escribir algo decoroso, podría agregar unos cuantos items al listado del autor del mail. Pero sin intenciones de llegar a convertirme en escritora, sigo peleando por este espacio vital de leer y aprender a mejorar mis herramientas, porque sí, porque está en mi naturaleza. Porque lo disfruto y sufro mis limitaciones múltiples y lo vivo.
    Siempre un placer aprender contigo.
    Un beso.

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    1. jimarino dice:

      Querida Luzdeana
      Cuando en el siglo XXII, tiempo suficiente si es que le mundo resiste para que después de inventar miles de aparatillos tecnóligocs a cual más sofisticado e inútil, recupere el placer de la literatura, espero que en los estudios críticos y canónicos que se realicen, cuando se mire con cierta desconfianza la producción literaria de la época, haya alguien que hable de la dificultad de los escritores para generar su obra dentro de un sistema productivo que practicamnete no deja tiempo para escribir, formarse o aprender la dificultad enorme de este oficio. Nunca fue fácil ser escritor, eso está claro, pero la motivación pudo ser mayor en otro tiempo. Ante el silencio solicitado por el afamado autor del anterior texto, Bolaño prefería el mito o la mística del malditismo. Quizá sea un poema con un exceso de adrenalina juvenil o demasiado directo, pero como dije antes, a mí me sirvió, porque en el acto de escribir en pleno siglo XXI sólo existe bien una necesidad interior imperiosa de cumplir con la estética de este arte o bien muchas de esas motivaciones irracionales que rodean a las metáforas y a los mitos. Como mujer y madre el tiempo aún te serás más escaso y valioso, así que todo tiene aún más mérito que para otros.
      Que compartas en Los perros de la lluvia tus experiencias e historias me llena de dicha y me hace aprender a mí, te lo aseguro.
      De nuevo gracias por estar por aquí.

      Un abrazo.

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  2. Madison dice:

    Me identifico en todo el texto.
    Desde que tengo memoria, si echo la vista atrás siempre me veo con un libro entre mis manos. He pasado por toda clase de etapas, quiero decir, crecí con Los Cinco del Pino Solitario y todos los demás de la misma autora, también me gustaban los cómics o tebeos se llamaban en aquella época.
    Pasé mi temporada de misterio y leí todos (o casi todos) los libros de Agatha Christie.
    Recuerdo el enfado de mi madre al verme leer a todas horas. A medida que han pasado los años soy mas selectiva a la hora de elegir libros y autores, pero siempre, siempre he disfrutado de la lectura.Entre mis conocidos tengo fama de leer libros de autores «dificiles», adjetivo que no he entendido jamás, pero bueno poco importa.
    En alguna ocasión he llegado a preocuparme pues también he pasado temporadas que no conseguía concentrarme con ningún libro. Por suerte ya pasó y ahora vuelvo con ganas, como antes, como siempre.
    Buenas noches jimarino

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    1. jimarino dice:

      Querida Madison;
      Tan prolífico tu Café de Madison que una vez a la semana tengo que leerte de golpe porque me es imposible seguirte día a día, sigo encantado de que andes por aquí y me cuentas tu historial lector. La diferencia entre los lectores que dicen que hay libros difíciles y el resto es la misma que separa al físico que se acerca a la teoría de la relatividad y el abogado mercantil que utiliza dos líneas de la mismas para defender a un cliente sin tener ni puta idea de su verdadero contenido. Cuando empecé este blog me dije a mí mismo que no perdería el tiempo hablando de lo que no me gusta, pero encontrarme con analfabetos funcionales de la literatura mencionando que tal autor u el otro son aburridos me exaspera. O nos gusta o no nos gusta, o somos capaces de seguirlo o entenderlo, o preferimos una opción estética u otra, pero Thomas Mann o Kafka, pro poner dos ejemplos, no son aburridos ni tampoco difíciles; son extraordinarios. A mi querido Proust lo he defendido a capa y espada ante esos espantoso lectores de mala novela histórica.
      Lo de las temporadas en blanco es lo más normal del mundo. Personalmente empiezo el día muy temprano leyendo, a las cinco de la mañana. Cuando salgo de casa a las 7.30 para ir al curro salgo lleno de literatura. A las ocho de la noche, cuando vuelvo, de la literatura me queda el nombre. Pero ese es mi secreto y mi fuerza, que jamás me aburriré sabiendo que puedo leer y sabiendo además aproximadamente qué vale la pena leer. Me tomo tu cariñoso Buenas noches con ternura.

      Espero verte pronto de nuevo por Los perros de la lluvia. Es un auténtico placer tenerte por aquí. Ojalá me invites pronto a tu Café de Madison.

      Un abrazo.

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      1. Madison dice:

        Querido jimarino, en mi café desde hace ya bastante tiempo tienes un lugar preferente.
        Porque desde hace mucho te leo, aunque solo pase por aquí de puntillas, sin hacer ruido.
        Esta casa. Tu casa es para mi un referente, donde aprendo y disfruto, así que ya ves, jeje.
        Un abrazo

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  3. Viator dice:

    Supongo que es una experiencia común esa de reconocerse lector desde siempre. Si se me permite la añoranza, me recuerdo de niño leyendo tebeos de Azañas Bélicas,Pulgarcito, Roberto Alcázar y Pedrín (es lo que había) y tantas publicaciones ilustradas que cambiaban de mano en mano y se releían docenas de veces. De ahí a la literatura sin ilustraciones fue un paso natural. Y, a partir de entonces, el convencimiento y la desazón nacidos del convencimiento de que no hay tiempo material para leer todo aquello que uno quisiera.

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    1. jimarino dice:

      Viator;
      Eso es lo que más jode, no hay tiempo, hay que elegir y rápido. Sería cojonudo tener dos vidas contiguos con 48 horas diarías: una lectora y otra para nuestra propia experiencia.
      Un saludo.

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  4. Madison dice:

    Al leer a Viator ha venido a mi memoria que en el estanco de mi pueblo había una sección para cambiar novelitas, las habían del oeste (Estefanía) y románticas…
    Jope, creo que estoy explicando batallitas

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    1. jimarino dice:

      Vivan tus batallitas, Madison!!!!!

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  5. Carlos Monsivas dice:

    Querido Jimarino;

    Ausente de tus últimos post por el aluvión de comentarios, aprovecho para felicitarte por el recorrido y la nueva frecuencia de textos e ideas. No he dejado de leerte, como comprenderás, después de tanto tiempo entre tus Perros de la lluvia. Quizá hecho de menos el antiguo anonimato, pero me siento satisfecho de haber estado aquí cuando no había tanta gente. Muy bueno el texto anterior y la respuesta: el poema de Bolaño es ejemplificador quizá más por su autenticidad que por su extraordinaria calidad, pero mantiene el nivel y arrebata a quien está poseído por el hecho de escribir. Y además es de Roberto Bolaño.
    El poema Poetas me resulto magnífico, sin alardes ni exageraciones, pero de una exactitud pasmosa: a veces es mejor leer despacio y degustar las palabras, y esas, tus palabras, no podía definir mejor y con mayor humanidad la decadencia de los poetas y su maltrecha dignidad. Chapeau! Ando harto de la poesía de supermercado que llena el mundo contemporáneo o del lirismo infantil, así que me regocijo ante unos versos tan impecables.
    Sobre el texto del escritor y su correo, magnífico. Aunque como dices aquí, pienso que menos amargo de lo que parece si se lee con detalle. Yo que vivo y sobrevivo en el mundillo me sentí retratado, y descrito el reino de las letras de principio a fin ¡Dios salve a los locos, y lo celebro contigo!.
    Nada, sigo por estos lugares como siempre encantado y expectante…

    Un abrazo muy fuerte.

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    1. jimarino dice:

      Carlos, que alegria volver a verte por aquí. Temía alguna decepción, o que en realidad te habías perdido sin remedio. De acuerdo con lo que dices de Bolaño, una debilidad mía cuya obra narrativa se encarama hacia mi canon, y cuya poesía me suele sugerir y remitir a sus propias obras en prosa. Lo del anonimato ni lo pienses; todo sigue igual. Trato de construir Los perros de la lluvia con el mismo mimo y humildad con el que lo comencé, así que esa, compadre internauta, no es motivo de huida.
      Sobre poetas estoy completamente de acuerdo, y si la construcción de los versos te ha sugerido ese comentario, me siento comprendido. Poetas con laureles perdidos, poetas que contemplan impávidos el tráfico y la velocidad del mundo; poetas sin público que se lo inventan, poetas…. Necesitaba unas versos sobrios -cada día, me sucede como a tí, me gusta menos el lirismo, y al tiempo el extraño realismo poético de moda actualmente-.
      No sabía que eras del mundillo, aunque con la cantidad de lecturas que tienes algo debí intuir.
      Celebro por todo lo grande tu regreso.

      Un fortísimo abrazo

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  6. Vivo relativamente cerca de Blanes y a veces me paso por allí.Me detengo en la estación.Me siento y enciendo un cigarrillo con el riesgo que comporta fumar allí.Y entonces me pongo a pensar cuando a Bolaño no le conocía nadie y no tenía ni un euro en el bolsillo para poder acercarse a Barcelona en tren.Recorro sus calles y los lugares donde solía frecuentarlos.Llevaba su libro de poemas y me ponía a leerlos en esos lugares.También su libro Entreparéntesis,magnífico para leer en Blanes.Y es entonces cuando su poesía cobra un mayor sentido.No obstante,estoy de acuerdo con lo que dices;Bolaño fue mejor novelista que poeta,pero ya te digo,amigo,cuando voy a Blanes con otros detectives salvajes,leemos su poesía en voz alta y luego viene unas olas del Mediterráneo,y las palabras se las lleva.

    Un abrazo.

    PD:Me encanta las imágenes elegidas para este post.

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    1. jimarino dice:

      Francisco;
      Me ha encantado tu historia, da para una novela corta. Quién pudiera unirse a vuestros detectives salvajes allá en Blanes. En el año 2000, un viejo amigo y yo preparamos una excursión hasta Blanes aprovechando un viaje a Barcelona que teníamos previsto. Queríamos conocer al autor de Estrella Distante, La literatura nazi en América y los Detectives Salvajes. Estuvimos dándole vueltas al asunto durante semanas y al final, por circunstancias rocambolescas, no pudimos. Pocos años después murió así que siempre nos hemos arrepentido de no haberlo buscado. En fin, fíjate ahora en que fenómeno literario se ha convertido después de muerto. Nunca he estado en Blanes, Francisco, pero si voy algún día prometo llevarme alguno de los libros de poemas de Bolaño.
      Un abrazo muy fuerte. De nuevo alegre de verte por aquí.

      Hasta pronto.

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  7. Luzdeana dice:

    Estimado Jimarino: sin querer abusar de tu espacio, al que me acerco con mucho respeto, sólo para comentarte que estaba leyendo a Saramago y su crónica a propósito de un verso de Pessoa, «Venden los dioses lo que dan», y se me hizo muy presente el tema que tan bien presentas.
    Eso, y un saludo agradecido por tu atención a mis palabras.

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    1. jimarino dice:

      LuzdeAna;
      Las gracias te las vuelvo a dar yo, y nada de abusos, no tengo ningún sentido de la etiqueta, así que escribe cuanto quieres y ven a este lugar cuando te plazca aunque sea para hablarme de la vida sexual de las hormigas. Tomo nota del comentario porque no conocía los versos. Sí que recuerdo feliz el libro de Saramago El año de l amuerte de Ricardo Reis, también en torno a Pessoa o a su interpretación de Pessoa en el entorno de la dictadura de Salazar. Si te interesa Pessoa el crítico español más sobresaliente sobre le monstruo de la poesía portugesa del siglo XX es Ángel Pampano, recientemente fallecido. También hay muchas referencias a él en las novelas de Tabucchi. Vila-Matas es otro fervoroso admirador de Don fernando. En Los perros de la lluvia escribí un pequeño texto sobre Pessoa utilizando cierta obra crítica de Angel Pampano. En fin, viva Pessoa.
      Un abrazo y de nuevo gracias por el comentario.

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  8. Hilvanes dice:

    Estimado jimarino; no entiendo la teoría de la relatividad y una defensa de un abogado mercantilista…de cualquier forma, que no se preocupen los lectores de este fantástico blog…en sala no es habitual defender a un cliente usando teorías, ni las propias del derecho. Por ello me sorprendia el otro día un Letrado que usaba la Teoría de los actos neutros al final de su informe.

    En el pasillo le alabé su exposición.

    Cuando miro atrás, siempre recuerdo algún libro acompañandome. Salvadores del suicidio cotidiano. La gran ayuda ante el vacío existencial. No concibo la vida sin ellos. No tenía fácil acceso a ellos, las bibliotecas a las cuales tenía acceso no tenían mucho títulos. No había dinero para comprar todo lo que yo quería leer. Sin embargo, ahora, si frecuento alguna biblioteca, me sorprende la cantidad de títulos…tan innecesarios, tan llenos de pajas…no sé como se ha convertido la literatura en ese gran negocio…que para colmo está perjudicando a los verdaderos autores…porque venden menos…

    Cómo odio esos expositores llenos de colorido y con libros que más que libros parecen un paquete de arroz…

    Yo también me apuntaba a lo de las dos vidas…que en los últimos meses he tenido que aparcar mis lecturas…

    Pero, POR FAVOR !!!!!!!!!!!!!!!!!! CONTINÚE ESCRIBIENDO POR LO QUE MÁS QUIERAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  9. Lucía R. dice:

    Hace tiempo que le vengo leyendo, me enganché a su blog tras leer uno de sus relatos en 2009 titulado «Abasophilia». Recuerdo que estaba ambientado en Barcelona y con Bolaño como personaje, cuando´iban 30 personas a sus conferencias. Me encantó, es más me pareció de que tenía más calidad que el primer premio «Tacones lejanos» de Rafael Trujillo.

    Un saludo y un placer leerle J.M.

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    1. jimarino dice:

      Gracias Lucia, por el comentario, por esos ánimos que desprenden tus palabras, por la mención a ese cuento al que tengo un inmenso cariño, La abasophilia, y no sólo porque fuera premiado, sino por las circunstancias en las que lo escribí, por perderte en Los perros de la lluvia.
      Espero volver a verte por estás páginas.
      Estuve hojeando tu blog con entusiasmos y ya te tengo entre mis brazos, en mi lista de lugares que adoro. Tengo una curiosidad enorme por saber como llegaste a leer La abosiphilia. Un día me lo cuentas.

      Un abrazo muy fuerte.

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  10. aquí le dejo un fragmento de un poema del viejo Buk en el que da ciertas recomendaciones «Para ser un gran escritor» y la sexta enmienda del «Decálogo para el escritor» de Augusto Moterroso con la intención de que puedan servir a su amigo el del correo o a tantos otros que sufrimos esos dilemas methaliterarios:

    quédate con la cerveza,
    la cerveza es continua sangre.
    una amante continua.
    agarra una buena máquina de escribir
    y mientras los pasos van y vienen
    más allá de tu ventana
    dale duro a esa cosa,
    dale duro.
    haz de eso una pelea de peso pesado.
    haz como el toro en la primer embestida.
    y recuerda a los perros viejos,
    que pelearon tan bien:
    Hemingway, Celine, Dostoievski, Hamsun.
    si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
    como te está pasando a ti ahora,
    sin mujeres
    sin comida
    sin esperanza…
    entonces no estás listo
    toma más cerveza.
    hay tiempo.
    y si no hay,
    está bien
    igual.

    Sexto.
    Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

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